Conoces a cientos de personas, ninguna te deja huella y de repente conoces a una persona y te cambia la vida...para siempre.
sábado, 23 de octubre de 2010
Ninguno hace caso del agua que va después de la lluvia. Cuando vuelve el sol, poco importa si sobre esa agua hay lágrimas después de haber llorado, por amor, por dolor… El agua se evapora, vuelve el aire a nuestros pulmones, respirando el viento que sentimos en la cara. Y las lágrimas vuelven a entrar en nosotros como las cosas que hemos perdido, pero nada se pierde en realidad.
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